¡Váyase, señor del Barrio! El indigno concejal de Medio Ambiente de Algete

Hay determinados puestos de gestión, en este caso concejalías, que requieren, aparte de los conocimientos, capacidades y aptitudes para el eficaz desempeño, una especial actitud y sensibilidad.

Nadie entendería un concejal de festejos que odiase las fiestas, ni una concejal de mujer e igualdad que fuera una machista irredenta o que tuviese en el punto de mira a las asociaciones de mujeres. Cuestión de sensibilidad, sentido común y respeto del designado, al aceptar, y del designante, al nombrar.

Está visto que pedirles sensibilidad, sentido común y respeto al alcalde de Algete y al concejal de Medio Ambiente es como esperar que el sol salga por el oeste y se ponga por el este. Imposibles donde los haya.

¿Nos sorprende que el concejal de Medio Ambiente de Algete sea el más furibundo defensor del campo de golf en las fincas municipales? A aquellos que conocemos su trayectoria no. Nos indigna, y mucho, pero no nos sorprende.

No nos sorprende de alguien que se ha hartado de llamar vagos a los damnificados de la brutal crisis económica y de santificar los trabajos de a 400 euros las 10 horas diarias, 7 días a la semana y sin contrato.

No nos sorprende de quien exigió un puesto de concejal liberado de los de 65.000 euros anuales de coste para las arcas municipales, al día siguiente de quedar él en paro.

No nos sorprende de quien se ha embolsado durante años 1.500 euros mensuales en dietas por sus asistencias a plenos, comisiones informativas, juntas de portavoces y juntas de gobierno; pero que no asiste a las juntas de contratación porque no se cobra.

No nos sorprende de quien un día declaró públicamente en un medio local que no apoyaría más a una alcaldesa que usaba los medios municipales para sus asuntos personales (es decir, que conocía los entresijos más oscuros de la gestión de Inmaculada Juárez), simplemente porque no cedió al chantaje de dar más dinero a Santo Domingo a costa de Algete. ¡Cómo sería de indigna su exigencia que hasta la alcaldesa se negó! Pero hubo quien supo aprovechar el momento y convertirse en alcalde. Desde la oposición se pidieron explicaciones por estas declaraciones, pleno tras pleno; el silencio fue su respuesta.

No nos sorprende de quien a costa de liberar a Santo Domingo de los aviones los echó encima de Algete casco y del Distrito 5.

En fin, no nos sorprende por esto y por mucho más.

Difamar y criticar la labor de voluntariado de las asociaciones ecologistas es una más, pero quizá las más indignante. Las asociaciones ecologistas son, a mi entender, las entidades más altruistas que existen; tanto las globales, Greenpeace, WWF, SEO-Birdlife, etc., como las locales; y aquí la lista sería interminable. Su objetivo no es defender intereses particulares de ningún grupo económico, social, de poder o de presión, sino la casa común de todos los seres vivos, incluidos los humanos, defender la naturaleza, el medio ambiente. ¿Acaso hay fin más altruista?

El auge de las asociaciones ecologistas coincidió, no casualmente, con la publicación de las primeras fotos de nuestro planeta Tierra desde el espacio exterior. Un punto azul lleno de vida en la inmensidad del vacío interestelar. Un oasis que deberíamos cuidar y mimar con cuidado extremo y al que maltratamos con nuestro modo de vida y desarrollo económico. Creer que es posible el encaje de una sociedad justa, libre de guerras, igualitaria en un planeta Tierra con una naturaleza que preserve los ciclos ecológicos ancestrales, y trabajar por ello incansablemente y contra unos intereses económicos bastardos, merece todo nuestro respeto, apoyo y admiración.

Vilipendiar a quien defiende el medio ambiente de Algete en contra de los intereses económicos personales de un grupito de adinerados, o deseosos de serlo, y terratenientes codiciosos, es indigno, y a los indignos se les muestra la puerta de salida a los infiernos.

#JaimedelBarrio #medioambiente #Algete